Las palabras griegas, que nos han dado tantas raíces, nos prestan a kalós, bello; éidos, imagen; scopéo, observar; para formar el Kaleidoscopio que es cambio, imágenes dinámicas, diferentes, impresiones personales sobre el mundo.








martes, 31 de agosto de 2010

Réquiem para Franklin Brito

Abro mis artículos, después de largas vacaciones, con la triste noticia de la muerte de Franklin Brito. Para mí, y para la mayoría de los venezolanos, un célebre desconocido, hasta que decidió hacer una huelga de hambre para pelear por sus derechos. Una huelga final que duró 258 días. Que culminó una serie de protestas que venían desde el año 2005, cuando Brito decidió hacer la primera huelga de hambre, al darse cuenta de que, por los medios formales, no llegaría a rescatar su finca, invadida dos años antes sin ningún procedimiento administrativo o notificación previa.

Brito sufrió la persecución despiadada del gobierno. No solo le quitaron la finca, sino que lo despidieron del trabajo, a él y a su esposa, y le cerraron las vías legales para rescatar su propiedad.

Hubo muchos dimes y diretes. Que sí, que vamos a ver como lo ayudamos, Jessie, encárgate. Para luego, a la hora de gestionar la devolución de las tierras, le exigieron firmar un acta donde reconocía que el fundo nunca fue invadido y que las cartas agrarias nunca lo abarcaron, cosa que no aceptó. Y volvió a la carga, con otra, y otra huelga.

Se murió solo. No estaban con él ni su esposa y ni su hija, pues se encontraba ─según sus familiares, “secuestrado”─ en el Hospital Militar, donde la Fiscalía General de la República lo había recluido por estar “inhabilitado desde el punto de vista médico”.

Lo cierto, lo duro de todo esto, es que ahora tenemos un cadáver. Lo tenemos todos. No solo la familia, no solo el gobierno, sino todos los venezolanos. Porque nos cansamos de decir que somos un país de gente alegre, buena, abierta, solidaria. Y nos toca ahora demostrarlo. Continuar su esfuerzo por defender nuestros valores: la honestidad, el trabajo, el derecho a la justicia.

Franklin Brito nos deja una esquirla en la memoria. La granada ya explotó.

Caracas, 31 de agosto de 2010