Las palabras griegas, que nos han dado tantas raíces, nos prestan a kalós, bello; éidos, imagen; scopéo, observar; para formar el Kaleidoscopio que es cambio, imágenes dinámicas, diferentes, impresiones personales sobre el mundo.








miércoles, 25 de febrero de 2015

Zapata


“¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.”
Confucio


Hoy quiero contarles la historia de un artista diferente: el queridísimo humorista venezolano Pedro León Zapata.

Hay personajes que son muy locales, celebridades en nuestro país y absolutamente desconocidos en otros sitios. Quizá este era el caso de Zapata, aunque sé que estudió en México varios años y participó en encuentros de humoristas en todas partes del mundo.  Pero la verdad es que no importa si era conocido o no, era nuestro Zapata, y eso es lo que quiero contarles.
Puedo comenzar por el final, y decirles que Zapata se nos fue hace apenas unos días, el 6 de febrero, mientras soñaba con caricaturas a colores de un mundo ideal, ese mundo al que solo tenemos acceso cuando dormimos. Mi abuela me decía que la madrugada es la hora precisa para irse, y Zapata, que también tenía esa sabiduría, decidió que ya era el momento de levantar el vuelo. Tenía 85 años, de los cuales más de cincuenta contando a Venezuela a través de sus caricaturas.  

Sí, Zapata era un humorista, humorista-pintor, artista plástico, que se las arregló para hacernos reír mientras nos señalaba las incongruencias de las que estamos rodeados, nos hacía pensar y reflexionar sobre temas que normalmente son incómodas, sobre cosas que nadie quería hablar para no meterse en problemas, o sencillamente situaciones que están ocurriendo a nuestro lado y que, por alguna razón, no nos damos cuenta. Él decía que la vida hay que llevarla con cierta incomodidad, pues ya tendremos tiempo de estar más cómodos cuando nos toque irnos. Sus Zapatazos nos obligaban, en el buen sentido de la palabra, a ver más allá de nuestra vida cotidiana y a querer ser mejores personas.

“¿Y tú para qué pintas? Bueno, para nada. ¿Y por qué para nada? Porque la pintura no sirve para nada.” Esta aseveración la hace en una entrevista donde trata de explicarnos la “no-utilidad” de las cosas, principalmente de la pintura. Era su manera sabia de entender al mundo. Ser artista, para él, era bajarse del pedestal donde otros quieren estar siempre montados, y entender la vida desde otro punto de vista.

Zapata era, quizá, nuestra consciencia, ese Pepe Grillo que deberíamos tener todos bajo la almohada, que nos mantiene alerta, vivos, porque el mundo no se puede dar por sentado, y vivir plenamente significa darse cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor, tanto de lo hermoso como de lo terrible. 

Los Conductores de Venezuela, UCV Plaza Venezuela, Caracas.
Su estilo era tan personal que uno reconoce sus dibujos desde lejos. Cuando uno viene manejando por la Autopista Francisco Fajardo, a la altura de la Plaza Venezuela, puede ver un mural bellísimo que se llama Los Conductores de Venezuela.  En sus años mozos, Zapata se fue a México a estudiar pintura, en la época en que estaban de moda los muralistas. Llegó de allí convencido de que eso no era lo suyo –a él le gustaba más el dibujo y la caricatura–, pero años después pintó ese mural que nos dejó como herencia, en la pared externa de la Universidad Central de Venezuela, para alegrarnos la vida.


Zapata no solo pintaba caricaturas, sino que disfrutaba animando programas de radio en vivo, como el que tenía junto a Miguel Delgado Estévez –otro humorista-músico, o músico–humorista–, donde contaban chistes y anécdotas de una Venezuela diferente.

Hoy agradecemos  a este venezolano, nacido en La Grita en 1929, que nos haya regalado tanta belleza. 

Zapata, te amaremos siempre.


Caricaturas, Pedro León Zapata.

Un par de citas y, por supuesto, algunas de sus caricaturas, para su deleite:



“Uno hace caricaturas porque las caricaturas son producto de una reflexión que absolutamente todo el mundo hace todos los días acerca de lo que acontece: acerca de lo que acontece en el país, lo que acontece en el mundo…o acerca de lo que le pasa a uno.”




 



“Soy profesor de dibujo, que es una cosa que no se puede enseñar, y doy una cátedra de humor, que es algo que no se puede aprender”.







 
“El verdadero problema es que tú dices que quieres ser como otro, en vez de ser como tú. El problema mío es que yo todavía no soy joven. Cuando yo llegue a joven, los comprenderé. Yo estoy estudiando para joven”.