Las palabras griegas, que nos han dado tantas raíces, nos prestan a kalós, bello; éidos, imagen; scopéo, observar; para formar el Kaleidoscopio que es cambio, imágenes dinámicas, diferentes, impresiones personales sobre el mundo.








viernes, 22 de octubre de 2010

Se hizo la luz

Hace apenas una semana, sentada en un café, escuché cuando una mujer de unos cincuenta años le explicaba a su vecina la hazaña de los mineros chilenos. Era el tema del momento en todas partes. Apenas esa madrugada había logrado salir el último de ellos. La señora en cuestión comentaba a la amiga la emoción del momento, lo que lloró cada vez que una esposa abrazaba al marido, cuando un hijo salía a recibir al padre.

Yo también lo vi, por supuesto. Había comenzado a ver todo un par de días antes, con la llegada de la perforadora a unos metros del refugio, cuando pasó el aviso a los mineros para que recogieran los escombros y se retiraran unos metros más lejos, de manera que, si había algún problema, nadie resultara herido. Me imagino el estruendo cuando se quebró el techo, el polvo, las piedras, y luego la imagen de la punta de la excavadora, sin más nada que perforar, solo retroceder para que otros completaran su obra.

Y se hizo la luz. Al retirarse la excavadora se vio el túnel por el que al día siguiente saldrían todos, uno por uno, como un parto largo de treinta y tres morochos, usando toda la tecnología de punta que se había desplegado para llegar hasta ellos.

Para mí, el recuerdo de ese evento estará siempre ligado a lo que puede hacer la gente trabajando en equipo, al mando de un líder que propicie la unión. Ese ejemplo lo dieron, en primer lugar, Luis Urzúa, el líder de los mineros enterrados, quien logró mantener el entusiasmo y la motivación en el grupo, aún cuando no se habían recibido noticias del exterior. Luego, el equipo multidisciplinario liderado por el ingeniero Andrés Sougarret, que tenía el objetivo de mantener a los mineros en buena forma física y psíquica, con la ayuda de expertos en psicología, sociología, ingeniería, nutrición y la misma NASA.

Por último, el esfuerzo continuo del Presidente de Chile, Sebastián Piñeira, cuando convocó al personal experto en todas partes del mundo para diseñar la mejor solución para el rescate, y mantuvo un contacto muy cercano a los hechos hasta el último día, cuando se quedó a recibir a todos los mineros en la boca del túnel.

En Chile, ese día, se hizo la luz. Vieron, por un momento mágico, la forma de sacar adelante un país.

21 de octubre de 2010